Una investigación pone en aprietos tanto a Francisco “Barba” Gutiérrez como a su gabinete: desde el portal “Ahora Quilmes” se publica un informe –al que también le aporta datos el programa de FM “Sin vueltas”- que compromete a funcionarios del municipio, vinculándolos con la presunta utilización de los haberes de los jubilados que se encuentran en el Hoga Municipal “Ave Fénix”.

Del informe periodístico se rescata un ejemplo, el de Crescencio Ayala, alojado en dicho geriátrico y que “sufre de mal de Parkinson y no tiene sentido de ubicación en tiempo y espacio. Los trabajadores del hogar, señalan que dice tener 28 años cuando le preguntan la edad, aunque hace unos meses cumplió los 75”, se afirma en la investigación.

Ayala tiene una tarjeta de crédito del Banco Supervielle, cuya dirección de ANSES coincide con la del banco: Lamadrid 820, la misma del Hogar “Ave Fénix”. En el programa radial el jefe de departamento del geriátrico municipal, Juan Carlos Galli, reconoció que “estamos viendo la forma de dar de baja la tarjeta porque la vez pasada llamaron de NEXTEL por ser poseedor, y el abuelo no está en condiciones de tener un NEXTEL, que además no tiene”.

Galli, que creía hablar con un empleado del banco Superville, le pidió al periodista que hacía la investigación “conocer los movimientos de la tarjeta”. Unos minutos antes el periodista Claudio Gentiluomo, se había hecho pasar por un vendedor de NEXTEL y se conectó con Gabriela Oliva, una empleada política del hogar, quien se sorprendió de que le preguntaran por Crescencio Ayala, al que aseguró conocer.

Oliva, ante la oferta de un nuevo aparato, dijo que ya lo estaba tramitando porque las líneas estaban a su nombre.
En el hogar “Ave Fénix” los empleados sospechan que Oliva es quien maneja las tarjetas de Ayala y que posee una extensión de la misma con la que realiza compras que después paga el abuelo por débito automático con su jubilación.

Según dicen los empleados la directora del geriátrico, Sofía Sakler, y su novio, el Director de la Tercera Edad, Armando Rivero, no son ajenos a todos estos hechos. “Muchos de nosotros le hemos dicho a ellos lo que estaba pasando con la jubilación de los abuelos y no han hecho nada” –nos comentaron es estricto “off the record”; aunque aseguran que, de ser citados por la justicia, declararán todo lo que conocen.

Tal como publica el portal, el caso de Crescencio Ayala no es el único. Son muchos los ancianos internados a quienes se les inició el trámite de jubilación que es cobrada por funcionarios del hogar pero que no la entregan, por lo menos en su totalidad, a los beneficiarios.

La información publicada motivó un pedido de informes de la oposición al Ejecutivo de Gutiérrez, que deberá responder quiénes son los responsables del Hogar Ave Fénix. Lo último publicado en el sitio denuncia que el Hogar Municipal depende de la secretaría de Gobierno, a cargo del polémico ex guardaespaldas de Gutiérrez, Raul Federico Oviedo. Siempre fue un área integrada a Desarrollo Social, pero las internas y la ubicación de ciertos personajes, hicieron que fuese trasladada a un área política.

Allí esta integrada la Subsecretaría de Igualdad Real de Trato de Oportunidades, a cargo de Cecilia Tanoni, una funcionaria capitalina traída al gabinete por la secretaria de Desarrollo Social, la también capitalina Valeria Islas Blum; intima amiga de la esposa de Gutiérrez; Evangelina Ramírez., quien nunca se llevó bien con Oviedo como tampoco con el resto de los metalúrgicos que forman parte del Gobierno. Islas Blum tampoco entendió nunca porqué su amiga no estaba bajo su órbita.

Ahora Tanoni pidió insólitamente la intervención de la dependencia, cuando los empleados del hogar juran haber puesto en su conocimiento los hechos de corrupción, aunque nada haya hecho para remediarlo, como tampoco se procedió –afirma “Ahora Quilmes”- con el escandaloso entierro de unos 500 kilos de carne en un pozo porque la encargada del Hogar, Sofía Sokler, ordenó apagar los freezer “para ahorrar energía”.

La carne había sido comprada para una fiesta de fin de año para jubilados a la que fueron apenas 300 abuelos de los 1.500 invitados. Fue llevada al “Ave Fénix” cocinada y hubiese servido para alimentar a los internados por más de 2 meses.

“Ambas denuncias también fueron puestas en conocimiento de Tanoni, del mismo modo que las que vinculan al Director de Tercera Edad, Eduardo Rivero; con acoso sexual contra varias empleadas”, asegura el artículo del medio local.

Tanoni y Rivero no se llevan bien, por eso ahora la subsecretaria pide intervenir el hogar, quitándole a Rivero el manejo que tiene del mismo a través de su novia-encargada. Para lo único que se pusieron de acuerdo es para atemorizar a los empleados tratando de averiguar como se filtró la información.

“Rivero es un amigo personal de Gutiérrez, que lo trajo al gabinete por el solo hecho de haber compartido unos meses de cárcel durante la dictadura. Si bien en la mañana del lunes caminaba y caminaba por los pasillos con claras muestras de nerviosismo, se tranquilizo con el llamado de su amigo -vía Oviedo- que le hizo llegar la tranquilidad de que no sería él quien se hará cargo del asunto", afirma el sitio web.

Gutiérrez ya sabe hay medios nacionales indagando sobre el tema. Por eso Tanoni salió a diferenciarse del núcleo metalúrgico, intentando que Rivero termine pagando políticamente lo que todos pretenden que nadie asuma en instancia judicial.

Como para aterrar un poco más a los empleados, el gobierno ordenó un sumario administrativo en el que deberán declarar todos los empleados. La idea es: Todos son sospechosos y pueden ser sancionados. De esta forma cree poder terminar las “filtraciones” y evitar que cuando intervenga la justicia la catarata de testimonios termine arrastrando a los funcionarios autores de la maniobra.